Lo que se les dé a los niños, los niños lo darán a la sociedad - Karl Menninger
Estamos viviendo una era en la que se están dando grandes cambios a nivel social, económico, personal y espiritual. Como madre, me siento especialmente comprometida con la educación y soy consciente de la transformación tan profunda que se necesita en este ámbito. Mi ánimo es contribuir a mejorarlo en la medida que pueda, ya sea mi contribución grande o pequeña.
Sin embargo, aunque yo ponga mi grano de arena, debemos hacer una revolución de manera conjunta, que parta de tod@s, padres, educadores y sociedad entera, para crear una sistema educativo más moderno, más humano y más creativo, y tomar medidas efectivas que supongan un proceso radical de transformación en las metodologías y las creencias.
Intentemos dar un nuevo rumbo a la educación, de manera que:
- se introduzcan métodos innovadores
- sea una enseñanza integral, más creativa y menos memorística
- se dé importancia a los distintos tipos de inteligencia (modelo Gardner)
- se creen nuevos espacios donde el niño se exprese libremente
- donde puedan desarrollar sus potencialidades, habilidades y talentos
- se respeten sus procesos de desarrollo
- l@s niñ@s tengan un papel activo, sean protagonistas de su educación, se lideren a sí mismos
- se les enseñe a identificar sus recursos internos para manejarse en cualquier situación
- reine la cooperación y la solidaridad entre todos... y un largo etcétera.
En definitiva, se trata de adquirir otra visión, apostar por un tipo de enseñanza diferente a la tradicional, una educación holística en la que l@s niñ@s puedan crecer en armonía con su ser.
Y estos nuevos modelos ya existen.
Son espacios que proporcionan a l@s niñ@s un ambiente feliz, cuidado y libre para crecer. Espacios de acompañamiento que suponen una experiencia emocionalmente enriquecedora, en la que “ser uno mismo” con sus valores y emociones son las asignaturas esenciales.
Si os pica la curiosidad de investigar más sobre esta variante a la educación tradicional, aquí va un buen directorio de escuelas libres y centros educativos alternativos en España: Ludus
Si buscamos resultados distintos, no hagamos siempre lo mismo - Einstein
En las siguientes líneas me centraré en la educación que reciben en casa.
¿Cómo podemos contribuir los padres a esta revolución desde nuestros hogares y desde YA?
Es fundamental ser conscientes de la responsabilidad que tenemos en la labor educativa de nuestr@s hij@s y en el acompañamiento de su desarrollo. Nuestro compromiso debe ser mejorarnos cada día como personas, cambiar nuestra mirada hacia ellos, darnos cuenta de que son niñ@s en un mundo de adultos y que necesitan nuestra ayuda para crecer.
Ken Robinson, autor de El Elemento, dice que el crecimiento humano no es mecánico, sino orgánico; esto significa que debemos crear las condiciones necesarias para que el niñ@ pueda desarrollarse.
Como un jardín en primavera, l@s niñ@s necesitan florecer, y nosotros como jardineros esperar pacientemente a que se dé el proceso, sin apresurarlo, sin tomar el control, sólo cuidándolo, acompañándolo.
Al contrario de lo que se piensa, l@s niñ@s no nacen vacíos, nacen completos. Traen consigo una buena variedad de semillas (sus recursos) que necesitan cuidado y tiempo para crecer. Para que afloren sus potencialidades sólo hay que permitirles estar en contacto consigo mismos, que conseguirán a través de la seguridad, la confianza y el amor que les demos. De esta manera, se sentirán motivados para explorar el mundo, se guiarán por su curiosidad, amarán su propia libertad y se sentirán dueños de sus vidas.
Creemos un sistema educativo que nutra, no que mate la creatividad - Ken Robinson
Si la verdadera educación consiste en sacar lo mejor de uno mismo, ¿por qué no ayudarles a conquistarse? qué bien suena! facilitarles el camino para la conquista de sí mismos (me suena hasta épico!!), ayudarles a descubrirse, motivarles a una constante búsqueda y mejora de sus capacidades.
Imaginaos por un momento que... en lugar de promover una educación como la actual, que coarta su libertad mediante la autoridad, la imposición y el miedo, fomentamos una educación dialogada donde hagamos al niño cuestionarse... con seguridad les llevaremos a un terreno más fértil, más sano, más potenciador.
¿No os hubiera gustado a vosotr@s mism@s haber recibido ésto de vuestros padres?
¿No quereis ésto para vuestros hijos?
Apostemos entonces desde el hogar por una crianza más sana y con más calidad humana, donde impere el respeto por el ritmo de desarrollo de cada hij@, no se les sobreproteja ni se les tiranice, se les apoye a descubrir sus talentos y habilidades, se les dé tiempo de calidad, se les escuche activamente, se apoye su iniciativa, se les permita tomar pequeñas decisiones, se fomente su creatividad, la colaboración entre herman@s, a sentir la conexión consigo mismos, a disfrutar de su libertad interior, experimenten y se sientan inspirados por un entorno rico en experiencias... así tendremos personas autodependientes y autorrealizadas, y por tanto, una sociedad más valiosa.
Si queremos un mundo mejor para hoy y para mañana demos a nuestros hijos una educación basada en el amor, el respeto por ellos mismos y por los demás...
Lo que les demos, lo pondrán al servicio de la sociedad.
¿Cómo lo ves? ¿te sumas a esta revolución?
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